Los ojos son como prolongaciones del cerebro, esto puede verse en el desarrollo embrionario, en el que el nervio óptico se desarrolla en una de las primeras etapas del desarrollo del feto, estando siempre unido al cerebro.
El ojo está compuesto por tres capas: la exterior, la media y la interna. En la parte externa se encuentra la esclerótica, más rígida y protectora, y la córnea, más transparente y que hace como ventana del ojo.
En la capa media se encuentra la coroides, el cuerpo ciliar y el iris, en éste último se encuentran la pupila y detrás el cristalino. La capa interna se denomina retina, es transparente, está formada por diez capas y consume mucho oxígeno.
En la retina se encuentran los “bastones” y los “conos”. Los bastones son células sensoriales sensibles a la iluminación escasa y son de color gris. Los conos son células sensibles a la luz intensa e intervienen en la percepción de los colores.
En los defectos visuales es determinante el comportamiento de los músculos de los ojos, los ciliares y los oculomotores. Cuando el músculo se contrae tira de la lente y ve mejor de lejos. Cuando se relaja, se retrae la lente y mejora la visión de cerca.
Los oculomotores son seis:
- Dos rectos superiores
- Dos rectos laterales
- Dos oblicuos
El músculo ciliar es como una capa que envuelve el ojo e interviene en sus movimientos.
Los Test de Kinesiología para los Ojos
Existen varios test, pero los más importantes son los siguientes:
1. Paciente tumbado en la camilla sin gafas. Le decimos que mire nuestro dedo índice y lo pasamos a un palmo de sus ojos de izquierda a derecha. Lo hacemos varias veces y testamos.
Si cambia el AR fijaremos la información. Para fijar la información de los oculomotores, subiremos el dedo índice por el entrecejo de la persona hacia arriba, hacia la frente. Se observa ahora como ha quedado el AR, pues al hacer el siguiente test debe volver a cambiar si da positivo.
2. Hacer círculos con el dedo índice delante del paciente y pedirle que lo siga con la mirada, de manera que sus ojos giren en un sentido y luego en otro. Testamos y si cambia el AR significa que es positivo y necesitaremos volver a fijar la información.
3. Ponemos la mano abierta a uno o dos palmos d ela cara de la persona, que está tumbada en la camilla, y le pedimos que alterne su mirada del techo a la mano, y que lo haga varias veces. Testamos de nuevo, si da AR fijamos otra vez la información. Para ser más completo el test, podemos hacerlo tapando un ojo cada vez.
4. Hacer que la persona mire un objeto rojo y tetar, luego uno azul y lo mismo. Finalmente habremos fijado toda la información de los problemas oculares y pasaremos a tratarlos.
Tratamiento simplificado
Primero observamos como ha quedado el AR.
Procedemos a testar productos que puedan irle bien para sus ojos (se comprueban las vitaminas, los minerales y oligoelementos). También productos nutritivos que los contengan.
Para testar productos hay varias zonas del cuerpo indicadas. Las más importantes son: debajo de la lengua, el abdomen (sobre el ombligo) y la cara. Pero lo más práctico es poner directamente el producto directamente sobre el ombligo. Podemos testar flores de Bach (mirar el mudra de flores de Bach): le ponemos encima el mudra encima y si cambia el AR es que prefiere el tratamiento con flores de Bach. A continuación podemos ir poniendo encima d ela persona las diferentes flores para determinar cuál (es) necesita.
También podemos buscar puntos de acupuntura, de reflexología u otras técnicas energéticas. La mayoría de los problemas oculares se tratan en lo químico (vitaminas, etc.), lo energético (acupuntura, reflexoterapias), o emocional (flores de Bach). La corrección mecánica corre a cargo del oculista, y en caso de necesitar osteopatía deberá ser tratado igualmente por un profesional competente.
Los oculomotores deben ser testados también a los pacientes que aparentemente no tengan problemas ópticos.
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