Una de las bases de las técnicas de kinesiología es la teoría de los cinco elementos de la medicina tradicional china.
Los cinco elementos no son elementos químicos, sino cinco aspectos de la Tierra. Hablan de las etapas de la vida:
En la fase del nacimiento del universo apareció la Madera – todo aquello que crece
En la fase crecimiento, el Fuego – aire y gases.
En la fase de maduración adulta, la Tierra – polvo y tierra.
En la fase de decadencia, el Metal – todo aquello no orgánico.
En la fase de defunción/renacimiento, el Agua – todo humedad.
Este ciclo creativo (Sheng) sigue un flujo en la dirección de las agujas del reloj.
Los meridianos yang (positivos) están relacionados con los pulsos superficiales. Los meridianos yin (negativos) se comprueban con mayor presión en los mismos puntos del pulso.
Cada meridiano está aparejado con su complemento, yin con yang, dentro de cada elemento.
Los elementos en el diagrama están, además, conectados con líneas, que dibujan una estrella de cinco puntas. De esta forma se representa el ciclo de control (KO) construido dentro del universo.
La Madera controla la Tierra, penetrando dentro de ella con sus raíces.
La Tierra controla el Agua, ya que la contiene.
El Agua controla el Fuego, extinguiéndolo.
El Fuego controla el Metal, derritiéndolo.
El Metal controla la Madera, cortándola.
Estos dos ciclos, usados en armonía, nos dan la localización de los puntos de acupresura que se utilizan para estimular o calmar la energía. Al tocar los dos puntos, para tonificar, actuamos como un “cable” que lleva energía a través del círculo desde el meridiano anterior (según el sentido horario) hasta el meridiano que queremos tonificar. Por ejemplo, si queremos tonificar el meridiano de vejiga (elemento agua), intentaremos facilitar el flujo de energía desde el intestino grueso (elemento metal) que es el que le precede siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Esta relación entre meridianos se le llama madre-hijo. El meridiano del intestino grueso representa a la madre, en el anterior ejemplo, y el meridiano de la vejiga representa el hijo.
Cuando mantenemos contacto con los dos primeros puntos para tonificar, estamos conectando el punto del metal en el meridiano de la vejiga con el punto del metal en el intestino grueso para facilitar el flujo de la energía del metal en el meridiano de la vejiga. Una vez hemos abierto este canal y la energía ha tenido la oportunidad de normalizarse, volveremos a cerrar el canal, ya que normalmente, no está abierto en el cuerpo. Lo conseguiremos gracias al ciclo de control. Moviéndonos en el sentido antihorario desde el meridiano de la vejiga a los largo de la línea que forma la estrella interior, llegaremos al meridiano del estómago (elemento tierra). Este meridiano mantiene la llamada relación abuelo-nieto con el meridiano de la vejiga, siendo el meridiano del estómago el abuelo. Para activar la relación de control y cerrar el canal, mantendremos contacto con el segundo par de puntos para tonificar, los puntos tierra en los meridianos de estómago y vejiga.
De la misma manera, si quisiéramos sedar el meridiano de la vejiga, abriríamos un canal para que la energía fluyera alejándose de este meridiano, así pues mantendríamos contacto con el punto madrea del meridiano de la vejiga y de la vesícula biliar. Cerraremos el canal, una vez que la energía se haya normalizado, manteniendo contacto con los mismos puntos de control que hemos utilizado antes, es decir, el punto de tierra del meridiano de vejiga y de estómago. Los segundos puntos son los mismos ya sea para sedar o para fortalecer.
Para equilibrar utilizando la ley de los cinco elementos, primero observamos los meridianos yin que se han mostrado débiles durante el test muscular. Nos fijaremos si hay dos o más meridianos yin fluyendo uno detrás del otro en el ciclo creativo (Sheng) o en el ciclo de control (KO). Si es así, empezaremos fortaleciendo los músculos del primer meridiano en el ciclo y lo equilibraremos en el orden de este ciclo hasta que todos los meridianos yin estén fuertes.
Después observaremos la conducta de los meridianos yang débiles, otra vez buscando la conducta de varios seguidos en uno u otro ciclo. Se equilibran los meridianos yang en el orden de este ciclo, empezando por el primero de la serie. Y se vuelven a comprobar los músculos débiles.
Cada uno de los cinco elementos tiene también un color asociado:
El Fuego está asociado al color rojo.
La Tierra está asociada al color amarillo.
El Metal está asociado al color blanco.
El Agua está asociado al color azul.
La Madera está asociada al color verde.
Hay gente que siente que aumenta la efectividad de la técnica de equilibrio cuando están en presencia de una lámina del color asociado al meridiano mientras lo fortalecemos.
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