El zinc es parte integrante de la insulina, la hormona que se emplea en el tratamiento de la diabetes, y es esencial en la síntesis de todas las proteínas del organismo. Todo esfuerzo físico o mental extraordinario del organismo puede incrementar las necesidades de zinc, o ser causante de pérdidas extras de zinc, mientras que los alimentos ricos en fitatos y fibra inhiben la absorción del zinc presente en la comida. La quinta parte del zinc presente en el organismo se encuentra en la piel.
El zinc es vital para cientos de procesos biológicos que tienen lugar en el cuerpo, incluso para el gusto y el olfato. Es por eso que todos los que toman un suplemento multivitamínico o mineral deben asegurarse de que contenga niveles relevantes de zinc. Por lo general, se recomienda una ingesta diaria de 15 mg para evitar cualquier déficit en la dieta.
El Zinc 25 mg debe utilizarse como un suplemento a corto plazo para corregir deficiencias de forma rápida. Para mantenimiento es recomendable utilizar el Zinc de 15 mg.
El zinc contribuye al:
Equilibrio ácido-base normal y metabolismo normal de los hidratos de carbono.
Funcionamiento normal cognitivo y de la síntesis del ADN.
Al normal funcionamiento de la fertilidad y la reproducción.
Metabolismo normal de los macronutrientes, de los ácidos grasos y de la vitamina A.
Funcionamiento normal del sistema inmunitario, protección de las células frente al daño oxidativo y al proceso de división celular.
Mantenimiento en condiciones normales de la visión, los huesos, la piel, el cabello y las uñas.
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