No hay nada más habitual que escuchar las más opuestas opiniones sobre las ventajas o los inconvenientes de ciertos alimentos, de combinaciones de alimentos, de ciertos tipos de baño, del fumar, del tomar alcohol, etc. Dado que cada prueba que poseemos hace resaltar la ley de la vida en el mundo orgánico e inorgánico, no podemos aceptar, en la vida del ser humano, la idea de una ley formada por la casualidad o el azar. ¿Sería preciso suponer que las leyes que rigen las funciones animales y las relaciones de la vida con el medio en el que se desenvuelven son variables y cambian sin cesar? Tanto como la comprensión y el saber humanos han sido capaces de constatarlo, las leyes de la vida son tan invariables e inflexibles como la ley de la gravedad.
El estado del cuerpo puede cambiar, incluso cambiar considerablemente, de vez en cuando, y durante los diferentes periodos de la vida. si hoy, cuando el estado de salud es perfecto, los alimentos nutren y sustentan el cuerpo, mañana, cuando se haya instalado la enfermedad, el mismo alimento ocasionará la excitación del corazón, hará subir el pulso, creará un malestar o un verdadero dolor, y aumentará la temperatura. Las cualidades de los alimentos no se han alterado, ni tampoco su relación con el cuerpo ha variado. Las leyes de la vida no han sufrido ningún cambio. El estado del cuerpo es el que se ha modificado y ha ocasionado un resultado contrario a los efectos esperados. Ayer, éste poseía un gran poder digestivo y necesitaba alimento; hoy, le falta este poder de digerir y no es capaz de asimilar el alimento. Como consecuencia podemos afirmar que las relaciones del alimento con el cuerpo sano no han cambiado, sino que a causa de una alteración del cuerpo, el organismo enfermo es incapaz de apropiarse del alimento y utilizarlo.
Cuando queremos evaluar la adecuación, las ventajas o los inconvenientes de cierto alimento, de cierto régimen, de cierto modo de alimentación o de ejercicio, de cierta forma de tomar baños de sol o de la necesidad de descansar, es preciso que consideremos no solo la naturaleza del ejercicio, del alimento, etc., sino también del estado del individuo y las condiciones en que todo esto se realice.
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