La fascia es la envoltura de tejido conjuntivo que realiza un número importante de funciones, incluyendo la envoltura y el aislamiento de uno o más músculos. Por extensión, se aplica a cualquier envoltura que proporciona ayuda y protección estructural.
Es producto del desarrollo embrionario y parte de una de las tres hojas o capas celulares blastodérmicas en concreto del mesodermo, que también forma la fundación para el hueso, el cartílago, y los componentes importantes de los sistemas circulatorios y linfáticos. La fascia es una parte muy importante del cuerpo.
Cualquier trastorno psíquico como el estrés, el miedo, el enfado, la ira, la depresión, o cualquier emoción negativa produce una tensión y acortamiento del tejido fascial.
Tales circunstancias provocan dolores y molestias en la misma zona o en otras partes del cuerpo más alejadas, debido a la tensión reciproca de membranas o tejido fascial.
Todas las fascias están unidas y forman una perfecta interrelación en todas partes del cuerpo.
Muchos bloqueos mentales a lo largo de nuestra vida, hoy en día todavía tienen repercusión en nuestras membranas craneales internas y en muchas partes del organismo. Tensiones profundas e internas que están constantemente, las 24 horas al día activas, tensas, agotándonos y degenerando los tejidos e impidiendo la libre circulación de los líquidos corporales.
Este hecho tan real como desconocido nos va creando, formando o cultivando un montón de posibles enfermedades y verdaderos puntos débiles de salud. Estamos llenos de tensiones internas, tensiones fasciales, que normalmente son provocadas por un traumatismo físico o por un bloqueo emocional o mental no asimilado correctamente. Esta circunstancia hace que la pulsación del líquido cefalorraquídeo se vea también afectada, provocando fallos de comunicación del organismo con el sistema nervioso central. Esto es un proceso degenerativo.
Por tanto ya sabemos que los sucesos mentales y emocionales implican tensión somática y de igual manera la tensión corporal tiene implicaciones mentales y o emocionales. El terapeuta ayuda a eliminar la tensión somática y el paciente debe de estar preparado por si le vinieran recuerdos de experiencias pasadas con su emoción asociada. A menudo este hecho puede pasar inadvertido o resultar doloroso. El paciente puede o no asociar la liberación somática con algo relacionado con la represión inconsciente de una experiencia pasada y el sentimiento-emoción asociado a ella.
La observación de este hecho nos trae el entendimiento de que es muy posible que estemos llenos de energía psíquica reprimida o no asimilada por todo el organismo, provocándonos una acumulación de estrés en el cuerpo.
Acumular Energía para el Intento - 3er. Grupo
-
Los nueve pases mágicos del tercer grupo se utilizan para trasladar a los
tres centros de vitalidad, situados alrededor del hígado, el páncreas y los
riñon...
No hay comentarios:
Publicar un comentario