La definición de objetivos y su consecución de manera consciente tienen una gran importancia para el equilibrio de la persona, por lo que es de vital importancia tratarlo desde el primer momento en el tratamiento kinesiológico.
En ocasiones comprobamos que no conseguimos alcanzar algunos objetivos, aun cuando hayamos puesto todo nuestro empeño en ello. Como consecuencia, tenemos la sensación de que no disponemos de la suficiente energía para lograr esas metas, llegando incluso a caer en estados depresivos. En otras ocasiones, hemos invertido demasiada energía en un determinado proyecto o una actividad, siendo el resultado final, en ambos casos, insatisfactorio.
Nuestros propósitos y la disposición de nuestra voluntad condicionan el flujo de la energía. Si ayudamos a una persona a formarse un juicio definido acerca de las intenciones positivas que persigue, esto ya constituirá un primer paso en la realización de esos objetivos concretos.
En el proceso correctivo, por el que se restablece el equilibrio mediante determinados procedimientos, en Kinesiología se utiliza el “biofeedback” a través de los músculos, con el fin de averiguar cómo pueden eliminarse los bloqueos y devolver la armonía a la persona, para que puedan manifestarse y desenvolverse las intenciones positivas en beneficio de la persona.
En ocasiones no existe un concepto específico y expreso del objetivo que se desea alcanzar. La persona tal vez habla de un asunto que presenta tantos aspectos que se deben considerar o es tan doloroso desde el punto de vista emocional que (aun) no lo puede formular. Y aunque en algunas circunstancias se llegue a pronunciar verbalmente con respecto a un objetivo, la carga emocional es tan grande que la mayoría de las veces no se podrá considerar ese asunto.
Con frecuencia advertimos que realizamos algo durante toda nuestra vida que no sabemos describir exactamente y, sin embargo, nos sentimos impulsados a ello y no podemos evitarlo. Es como si algo se agitara dentro de nosotros. Y, precisamente, esto resulta decisivo. Poseemos recuerdos y propósitos que no se encuentran a nivel consciente, sino que se hallan almacenados en el inconsciente de nuestras células.
La kinesiología es una herramienta maravillosa que permite identificar la existencia de nuestras motivaciones y bloqueos, así como los programas y los traumas internos. Si nos fijamos objetivos, con la ayuda de los test musculares podremos dedicarnos a temas de los que todavía no somos conscientes del todo o en absoluto.
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