La dieta debe ser equilibrada ya que, en caso contrario, tendremos una carencia de flora intestinal que puede producir diferentes problemas de salud.
El aparato gastrointestinal tiene el cometido de aportar al organismo un suministro continuo de agua, electrolitos y elementos nutritivos. Para conseguirlo, requiere dirigir la comida a lo largo del tubo digestivo mediante unos movimientos ondulatorios llamados peristálticos, secretar jugos digestivos, digerir los alimentos, absorber los alimentos digeridos, electrolitos y el agua; transportar este material hasta el sistema circulatorio y, finalmente, expulsar los productos de deshecho. Todas estas funciones están bajo control, en mayor o menor grado, del abdomen, también conocido como sistema nervioso entérico (SNE). Pero su cometido va más allá que el de supervisar los ya de por sí complejos procesos digestivos.
El intestino de un bebé es estéril pero a través de su paso por el canal del parto y a través de la lactancia materna comienza la colonización. Por lo tanto, si se nace por cesárea y no se amamanta, el ecosistema intestinal va a ser diferente, favoreciendo un terreno alérgico y va a tener más infecciones. Se considera que el ecosistema intestinal está maduro a los dos años y tiene cien billones de bacterias, es decir, hay diez veces más bacterias en nuestro tubo digestivo que células en nuestro cuerpo, mil especies diferentes, de las cuales apenas conocemos cincuenta especies y cuando se receta un probiótico, aportamos de tres a diez cepas.
Desde un punto de vista cualitativo se reparten tres tipos de Floras:
a) Flora dominante.
b) Flora subdominante.
c) Flora patógena o fluctuante.
El papel de la Flora dominante es mantener siempre el nivel de la Flora fluctuante baja. Cuando estas tres Floras están en equilibrio todo va bien en el intestino, teniendo una deposición perfecta cada mañana.
Cuando se toman antibióticos, se consumen platos preparados o alimentos refinados, o se tiene inflamación intestinal es probable que se desarrolle candidiasis intestinal, tomando ésta el poder del intestino u otras bacterias patógenas, y esto produce un estado de disbiosis, con hinchazones, gases y trastornos de tránsito intestinal. Por lo tanto, podemos decir que la forma que tenemos de alimentarnos puede cambiar este equilibrio y entrar en disbiosis.
Si se comen demasiados glúcidos, alimento predilecto de las cándidas, tendremos una disbiosis de fermentación que origina gases. Si se comen demasiadas proteínas se favorece la disbiosis de putrefacción por la acción de las bacterias Gram que generan gases, putrefacciones, hinchazones y gases. Esta situación puede originar un estado de acidosis metabólica latente.
Si no funciona porque estamos en disbiosis o en hipermeabilidad intestinal grave, se va a producir una sobrecarga en el trabajo del hígado, ya que éste contribuye en la segunda fase de la detoxificación.
Hipermeabilidad
Cuando se altera la frontera entre el mundo exterior y el interior, el intestino se vuelve un colador y entonces pasan sustancias que no deberían pasar en condiciones normales, y esto origina muchos problemas. Debajo de la mucosa en el intestino se sitúan las “Placas de Peyer”, que tienen una función muy importante, ya que son la “Fábrica de maduración de Linfocitos”.
El intestino es una estructura muy vascularizada, es decir, que un problema en el intestino es un problema en el organismo. Cuando los tres niveles: Flora, Mucus, Enterocitos y Colonocitos y Base están en sinergía, generan tolerancia a los alimentos y a nuestra Flora, lo que se denomina “Impermeabilidad Intestinal”.
Pilares de la Inmunidad
1er. Pilar: Hierro (activa las funciones de los macrófagos).
2do. Pilar: Vitamina D
3er. Pilar: Ecosistema Intestinal.
Tratamiento de la Permeabilidad
1º Probióticos: Actúan en la primera línea de defensa y van a restablecer el equilibrio d ela flora.
2º L-Glutamina: es el cicatrizante número uno del tubo digestivo, permitiendo la reconstrucción de uniones estrechas eficaces (3-6-12 meses).
La toma de probióticos debe de mejorar el tránsito intestinal entre los 8/15 días, si esto no se produce deberíamos de pensar en infecciones por candidiasis o amebiasis.
Los probióticos digestivos están indicados en:
• Disbiosis Intestinal
• Hipermeabilidad Intestinal
• Trastornos funcionales Intestinales
• Prevención del Envejecimiento
• Nacimiento por Cesárea. En niños nacidos por cesárea deben iniciar la toma de probióticos desde el primer día, con un poco de agua tibia antes del dar el pecho o biberón.
• Prevención de la diarrea del turista
• Deporte Intenso. Las personas que practican deporte intenso deben tomar probióticos cada día.
• Pacientes polimedicados o pacientes que están siendo sometidos a quimioterapia, tienen que recibir probióticos a diario.
Se necesitan de 3 a 6 meses de tratamiento con probióticos para reconstruir la flora intestinal.
Acumular Energía para el Intento - 3er. Grupo
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Los nueve pases mágicos del tercer grupo se utilizan para trasladar a los
tres centros de vitalidad, situados alrededor del hígado, el páncreas y los
riñon...
2 comentarios:
Ineresantisimo el articulo,me gustario que incluyan una lista de los probioticos que se pueden consumir y que sean fácil de conseguir
hola Laly
Las principales fuentes de probióticos las vas a encontrar en el yogur, el kéfir, el chucrut, el chocolate negro, las algas (espirulina, chorella...), el miso, el tofu, el kimchi (una col asiática en vinagre) y, además, los suplementos de probióticos que encuentras en las herboristerias.
Espero que te sirva.
Gracias por tu comentario.
Un saludo
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