El cabello es el primero en acusar las carencias nutritivas, especialmente de minerales como el hierro, el calcio, el cinc. Una alimentación equilibrada en proteínas, vitaminas y minerales es el mejor tratamiento de belleza para evitar su caída y deterioro. Sin olvidar que el estrés, la fatiga y la contaminación son también sus peores enemigos.
Nutrientes para un Cabello Sano
Vitaminas
Las vitaminas aportan los elementos indispensables para la fabricación de queratina, el principal componente del cabello.
Las que más influyen son:
• Complejo B, especialmente la B5 y B6, ayudan a mantener el cabello fuerte.
• La biotina o vitamina H, cuya deficiencia puede provocar descamaciones secas en el cuero cabelludo y caída del cabello.
• Vitamina C, ayuda a similar el hierro y favorece la acción del aminoácido cisteína.
Dónde encontrarlas: Levadura de cerveza, germen de trigo, aguacate, soja, almejas, nueces, trigo.
Proteínas Sulfuradas
Una dieta pobre en proteínas también puede ser causa de un cabello deslucido. Los aminoácidos que más influencia tienen en la salud del cabello son los que contienen azufre, es decir, la cisteína y la metionina.
Dónde encontrarlas:
• Ricos en cisteína: levadura de cerveza, ajos, cebollas, brócoli, coles de Bruselas, yogur, avena, germen de trigo, huevos, carne.
• Ricos en metionina: levadura de cerveza, soja, queso, yogur, sésamo, quinoa, semillas de calabaza, lentejas, carne, pescado.
Minerales Esenciales
Azufre
Ayuda a mantener los cabellos sanos y brillantes.
Dónde encontrarlo: En los alimentos ricos en proteínas, cebollas, coles, alubias secas, huevos, brécol, coliflor, nabizas y repollo.
Cobre
Este mineral permite que nuestro organismo pueda utilizar la tirosina, un aminoácido que influye en la pigmentación del cabello. También es importante para la síntesis de la hemoglobina y el transporte de hierro, mineral esencial para la salud del cabello.
Dónde encontrarlo: levadura de cerveza, cereales integrales y sus derivados, vegetales verdes, alubias secas, guisantes, ciruelas pasas, hígado de ternera, gambas y la mayor parte de los mariscos.
Hierro
El hierro es esencial para evitar la caída del cabello. Para que el organismo lo asimiles necesita cobre, cobalto, manganeso y vitamina C. Por tanto, estos nutrientes son también esenciales.
Dónde encontrarlo: almejas, melocotones secos, carnes rojas, yema de huevo, ostras, frutos secos, alubias, espárragos, melaza y avena.
Selenio
Tiene una acción antioxidante junto a la vitamina E y resulta muy útil para el tratamiento y la prevención de la caspa y para neutralizar los efectos de la contaminación y de los metales pesados, como el cadmio, el mercurio, el plomo y el arsénico.
Dónde encontrarlo: germen y salvado de trigo, cebollas, tomates y brécol.
Yodo
Favorece el crecimiento normal del cabello.
Dónde encontrarlo: algas, cebollas, mariscos, pescados, sal yodada.
Cinc
La mayor parte del cinc de nuestro organismo se encuentra localizado en la piel, el cabello y las uñas, por tanto, es esencial para mantener su salud. Una dieta baja en cinc puede ser la causa de que el pelo no crezca lo suficiente, se quede sin brillo y se vuelva quebradizo.
Dónde encontrarlo: carnes, germen de trigo, quesos, huevos, pipas de girasol, pepitas de calabaza.
Calcio
En el 70% de los casos de caída del cabello se debe a una carencia de hierro y de calcio, sobre todo en las mujeres en la época anterior a la menopausia.
Dónde encontrarlo: lácteos, soja, legumbres secas, frutos secos, acelgas, pescados (besugo) y mariscos.
Magnesio
El estrés puede ser el desencadenante de una caída del cabello. La ansiedad provoca un espasmo de los vasos sanguíneos que nutren el bulbo del cabello, acelerando la caída y parando progresivamente el crecimiento. En estos casos será necesario aumentar el consumo de magnesio.
Dónde encontrarlo: aguacate, pescado azul, germen de trigo, nueces, verduras de hoja verde, lácteos, plátanos.
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Para hacer al menos durante una semana
• Desayuno
Cada día: zumo de frutas con dos cápsulas de levadura de cerveza enriquecida con cinc.
Alternar:
• Yogur con una cucharada de germen de trigo y tres galletas de avena.
• Leche de soja con tres cucharadas de copos de avena y una cucharadita de semillas de calabaza.
• Leche de soja con dos rebanadas de pan integral espolvoreado con sésamo tostado y molido y 100 gramos de queso fresco.
• Media Mañana
• 1 pieza de fruta.
• Infusion de cola de caballo.
• 2 cápsulas de levadura de cerveza enriquecida con selenio.
• 1 tortita de cereales.
• Comida
• Cada día: ensalada de lechuga, col, tomate, cebolla, medio aguacate, pipas de girasol (1 cucharada), brotes de soja germinadas, algas agar agar (remojadas), 1 cucharada de germen de trigo mezclada con 1 cucharadita de sésamo tostado y molido, 1 cucharada de aceite de oliva y picadillo de ajo y perejil.
Alternar las siguientes opciones:
• Quinoa hervida con brócoli y un pescado a la plancha.
• Mijo con judías verdes y pimiento rojo asado y una carne roja a la plancha.
• Arroz integral con almejas, brócoli, puerro y calabacín.
• Manzana o pera con 5 almendras o 3 nueces.
• Merienda
• 1 batido de soja o 1 pieza de fruta o 3 galletas de avena.
• Infusión de cola de caballo.
• Cena
• Cada día. Sopa de cebolla con 3 cucharadas de copos de avena o de trigo sarraceno. Dejar hervir la cebolla 10 minutos, triturar y luego añadir el cereal y dejar al fuego otros 10 minutos. Añadir, ya en el plato, 3 cucharadas de queso fresco rallado.
Alternar las siguientes opciones:
• Tortilla de 2 huevos con perejil.
• Besugo u otro pescado al horno.
• Calabacines o pimiento rojo rellenos de quinoa u otro cereal sugerido con verduras.
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