Dar o recibir una sesión de curación es en sí un acto de meditación. Se trata del momento perfecto para renunciar a todo, salvo a la realidad del momento presente. Tan solo desde la conciencia del ahora podemos conectar con la fuente interior y acceder a una información genuina, alcanzando un conocimiento que abarca cuanto nos rodea. Extrayendo la esencia del momento eterno, accedemos a respuestas sobre karmas pasados, circunstancias presentes y acontecimientos futuros. Todos los tiempos viven en una zona neutral, la del momento presente. Cuando la mente se serena y focaliza su atención hacia el interior, vemos el mundo con la “visión que todo lo abarca” y encontramos la verdad sobre nosotros mismos y sobre el universo del que formamos parte.
El terapeuta es responsable de sí mismo, de mantenerse consciente en el momento presente, renunciando a pensamientos que puedan interferir inútilmente. Es esencial permanecer sintonizado con la persona tratada, controlar su respiración y observar cualquier señal de abandono. La sesión de terapia requiere concienciación y concentración. Aunque se recurra al conocimiento de la técnica, es solo el cimiento de la conciencia; la acción se basa en la guía interior, en la comprensión del momento inmediato. Calmada la mente y estabilizada la conciencia en el momento presente es como se conoce el tratamiento personalizado y la respuesta armonizada individual que mejor se ajusta a las necesidades de cada cliente.
La persona tratada dispone de una oportunidad única para conectar con la esencia de su ser. La comunión con el alma tiene lugar cuando la mente se serena y se centra en el momento presente, focalizando toda su atención hacia el interior. La toma de conciencia del momento presente es una manera de disolver las sombras del inconsciente y encaminar nuestros pasos hacia la plena conciencia, haciéndonos traspasar el umbral del reino espiritual. Cuando así sucede, vemos la enfermedad y el desequilibrio con otra perspectiva, con un entendimiento basado en experiencias propias del crecimiento evolutivo arraigadas en acontecimientos a veces sumamente traumáticos. La responsabilidad personal plena y la fuerza son la única manera de curarnos, y este proceso se inicia en el momento presente, en comunión consciente con la llama eterna que arde en nuestro interior.
Acumular Energía para el Intento - 3er. Grupo
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Los nueve pases mágicos del tercer grupo se utilizan para trasladar a los
tres centros de vitalidad, situados alrededor del hígado, el páncreas y los
riñon...
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