Técnicas Curativas

Centro Fénix de Naturopatía




Centro Fénix de Naturopatía tiene el placer de invitarles a conocer sus técnicas curativas, probadas y usadas, con éxito, por miles de personas en todo el mundo, como remedio de síntomas contra la depresión, el estrés, la ansiedad.
Dolores musculares y deterioros articulares.
Problemas respiratorios y alergias.
Dependencias y adicciones.
Algias



Tels. (+34) 680 53 75 56 - (+34) 669 56 44 23 - España

Solo por Hoy


Sólo por hoy, me voy a conceder permiso...
para abrir un nuevo sendero;
para aprender una nueva forma de vivir.
Para dudar, para cometer errores.
Para reir, llorar, amar, reflexionar, descansar.
Para conocer la paz de la renuncia.


Sólo por hoy, me voy a conceder permiso...
para ser amable conmigo mismo.
Para honrar mi cuerpo, mi corazón, mi alma.
Para confiar en el futuro, en Dios, en mí.
Para venerar la vida que disfruto.
Para recordar quién soy.


Sólo por hoy...
Voy a encontrar el valor necesario
para mantenerme firme,
para escuchar,
para escuchar el susurro de mi corazón...
entre el sonido del trueno,
para cantar al viento.



Heart Singer





Centro Fénix de Naturopatía

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sábado, agosto 15, 2015

Elección de un Terapeuta, Maestro o Guía

A lo largo de nuestra experiencia hemos desarrollado nuestras propias elecciones con respecto a la elección de un buen terapeuta.

Un buen terapeuta es alguien con una formación suficiente en la técnica o disciplina que corresponda. Lo ideal es que también tenga una experiencia personal de los territorios en los que ha de introducir a su cliente. De esta manera su marco contextual será amplio e incluirá todas las áreas posibles de la experiencia humana, y estará dispuesto a seguir a su cliente en cualquier dirección.


Un maestro o terapeuta eficaz goza de compasión y humildad, y se dedica al servicio, manteniendo una postura ética que no le permite manipular a los demás en su provecho. Constantemente apunta a los propios recursos de sus clientes como clave de fuerza, crecimiento y sanación, en lugar de atribuirse su desarrollo personal o espiritual, o convertirse en un objeto de devoción.

Es importante que todo buen maestro o terapeuta tenga sentido del humor –la capacidad de reírse de uno mismo o del juego cósmico− en un momento dado. También es básico que haya una resonancia entre el discípulo y el maestro o terapeuta y cliente; que provenga de una sensación de confianza, así como de una atracción esencial por la persona y su trabajo. Es importante que el terapeuta o maestro sea una persona objetiva y digna de tu confianza.

En toda disciplina espiritual, el maestro es alguien que ha estudiado, practicado y que ha tenido experiencias personales antes de estar preparado para guiar a los demás. Las que a simple vista parecen técnicas sencillas, son de hecho prácticas complejas que lleva años dominar. Del mismo modo, un buen terapeuta necesita haber tenido una exposición personal y profesional suficiente en el seno de su escuela o terapia. Deberá haber estudiado y experimentado a fondo ese enfoque y habrá de conocer realmente sus posibilidades y sus puntos débiles.

Cuando elijas un terapeuta, entrevístate con él o ella del mismo modo que harías para una entrevista de trabajo. No temas hacer preguntas sobre sus antecedentes, cualificaciones, la definición de su papel y el grado de exposición personal y profesional, así como todo aquello que personalmente te preocupe. Las mismas premisas se aplican cuando buscamos un maestro espiritual. Escucha tu voz interior, asegúrate de que tu elección “suene” verdadera, y luego actúa con el convencimiento de que puedes cambiar de opinión si se produce alguna señal de que has elegido mal o si aparece alguien mejor.

Rechaza a terapeutas, maestros y guías rígidos, limitados y dogmáticos. Dichas personas son arrogantes y exclusivas, y proclaman que tienes “las” respuestas o “el” camino. Este tipo de persona suele hacer poco trabajo personal consecuente y seguramente se haya expuesto muy poco al método que emplea con los demás. Incluso si se ha formado, esta formación se limita al análisis conceptual y a la teoría, y tiene poco que ver con la experiencia humana.

Desconfiad de terapeutas o maestros que os hablen frecuentemente sobre sus logros y mencionen clientes ricos o que destaquen en otros aspectos. Elude maestros o terapeutas que se vanaglorien de curar a sus clientes haciéndose responsables de los cambios que se producen en ellos. Dichos individuos también se vuelven dependientes de clientes para afirmar su identidad, a veces prolongando la relación con el fin de cubrir sus propias necesidades.

No siempre es fácil saber por dónde empezar a la hora de encontrar un buen terapeuta o maestro. A menudo la terapia es tan buena como lo es el terapeuta, por lo que no te limites a algunas técnicas y terapias específicas o te cierres a posibilidades de encontrar un maestro o terapeuta para ti en lugares que no esperas.

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